Hace 155 años, nació Henry Ford, fundador de Ford Motor Company. Un visionario que, con sus modernas cadenas de producción, cambió la movilidad en todo el planeta, acercando el automóvil a la clase media.
En 1879, con 16 años, llegó a Detroit para buscar trabajo en la Westinghouse Engine Company, donde tuvo su primer contacto con la que sería la pieza fundamental de su obra: el motor de combustión interna. En ese momento, la semilla de la innovación empezó a germinar.
Años más tarde ingresó a Edison Illuminating Company, donde en 1891 es nombrado Ingeniero en Jefe de la planta principal. Su trabajo consistía en mantener el servicio eléctrico de la ciudad las 24 horas del día, lo que hacía que el tiempo que pasaba en el trabajo fuera mucho, pero también le permitió experimentar y construir su primer vehículo a gasolina en 1893.
El tiempo que dedicó a la construcción de modelos de autos, los que iba vendiendo para financiar su siguiente proyecto, le dio el conocimiento suficiente para aprender de los triunfos, como el obtenido gracias al modelo 999.
En la vida de Henry Ford no todas fueron victorias. Sin embargo, utilizó lo aprendido de sus errores para perfeccionar sus modelos automotrices, hasta lograr lo que nadie había logrado. En 1896 y luego de varios prototipos, logró concretar su primer auto sin caballos: el Quadricycle.
Después de mucho esfuerzo, en 1903, Henry Ford está listo para comercializar un automóvil y nace Ford Motor Company, con un capital de US$ 28 mil y un total de 11 socios, hito que abrió la puerta a la producción en serie de automóviles.
155 años de un legado que hoy posiciona a Ford como una compañía automotriz y de movilidad, cuyo principal foco no es solo la fabricación de automóviles, sino también la búsqueda de nuevas oportunidades que faciliten los desplazamientos de las personas.