Parafraseando a su obra más famosa, el recién fallecido escritor checo Milan Kundera tenía una insoportable relación con los autos. Especialmente, por los accidentes viales y las consecuencias trágicas que resultan de ellos.
Eso se resume en uno de sus ensayos (“El arte de la novela”, 1987). “Pienso también en esas matanzas diarias en las carreteras… ¿Cómo es posible que una muerte así no nos deje estupefactos, que trastorne nuestras vidas, que nos incite a grandes reformas? No, no nos deja estupefactos, porque tenemos un pobre sentido de lo real, y en la esfera surrealista de los símbolos, esta muerte bajo la apariencia de un hermoso automóvil en realidad representa la vida. Esta muerte sonriente se confunde con la modernidad, la libertad, la aventura…”.
Milan Kundera y los autos protagonistas
La verdad es que la aciaga opinión de Kundera acerca de los autos se refleja también en sus novelas. Muchas de las escenas de sus obras se desarrollan a bordo de automóviles. Como la trágica secuencia final de “La Insoportable levedad del ser” (1984), que fue interpretada en el cine por los magníficos Daniel Day-Lewis y Juliette Binoche (ver foto principal).
Otro automóvil vuelve a ser protagonista de sus historias en el relato “El falso autostop”, incluido en “El libro de los amores ridículos” (1968). Donde los jóvenes protagonistas van cambiando de roles y juegan a hacerse los desconocidos, mientras se dejan transportar por un gastador vehículo coupé.
En otra de sus novelas (La lentitud, 1995), Kundera aprovecha la comparación entre una motocicleta de alta cilindrada y un coche tirado por caballos. De hecho, la portada del libro, editado en español por Tusquets, refleja a un motociclista persiguiendo a un carruaje.
El objetivo de la figura es dar a conocer una opinión. Por un lado, un hombre con casco de motociclista, apurado e impaciente, se aleja en su moto a toda velocidad.
Kundera describe en sus páginas: “nuestra época está obsesionada por el deseo de olvidar y, para realizar este deseo, se entrega al demonio de la velocidad”.
Por otro parte, describe a otro hombre con peluca blanca, adormilado, luego de pasar la noche con una bella dama. Ensimismado, se sube a un carruaje.
“Quiero contemplar todavía a mi caballero que se dirige lentamente hacia la calesa. Quiero saborear el ritmo de sus pasos: cuanto más avanza más lentos son. Creo reconocer en esa lentitud una señal de felicidad”.
Nacido en Brno, en la antigua Checoslovaquia, y fallecido este 11 de julio de 2023 en París, Francia, Milan Kundera fue un crítico acérrimo de los regímenes totalitarios comunistas. Tal como a Jorge Luis Borges, ¿le habrá valido su opción política el no conseguir el merecido Premio Nobel?