Un golpe en la mesa y un remezón para el segmento representó la camioneta Peugeot Landtrek, una pickup de una tonelada que llega a Chile en dos motorizaciones, diésel (1,9) y gasolina (2,4 litros turbo), y que tuvimos la oportunidad de manejar entre Santiago y el Valle de Colchagua, donde además pusimos a prueba su robusta capacidad todo terreno en una pista especialmente diseñada y de alta complejidad offroad.
Y así como antes de salir a los mercados, se la testeó recorriendo dos millones de kilómetros, Landtrek es también el renacimiento de la marca francesa en el mundo de las pickups.
Ya en 1938, con la Segunda Guerra Mundial a la vuelta de la esquina, el fabricante ofrecía en su catálogo un vehículo comercial con caja de carga derivado del Peugeot 202. La experiencia se repitió después de la guerra, con el 203, y luego con las versiones cubiertas de lona del 403 y 404. Finalmente, en 1979, con su increíble éxito comercial, el Peugeot 504 fue el primer automóvil de la marca en tener una versión llamada oficialmente Pickup, producida en más de 375.000 unidades, especialmente en Argentina, y vendida en todos los continentes.
Luego, vino el largo paréntesis sin presencia en el segmento de las camionetas, hasta que en horas recientes la Landtrek ya es una realidad en Chile. Para la casa del león, el hito no deja de ser firmado con letra gruesa, ya que Peugeot está conmemorando 211 años de historia, como la marca más antigua de la industria automotriz.
Hoy, Landtrek es un producto de 5,33 metros que puede cargar una tonelada y arrastrar hasta 3.000 kilos. Tras someterla a un duro maltrato en la pista off-road de la Región de Colchagua (centro de Chile), nos convencimos de que su diseño robusto no solo se queda en la apariencia, sino que además, tecnología mediante, tenemos entre manos un muy capaz vehículo que sabe sortear los más agrestes obstáculos.
Conectamos el 4×4 Low, para problemas severos de avance y adherencia, además de disponer de bloque de diferencial trasero y control de descenso, todo pulsando las teclas pianos, en el centro de la consola, muy propia del mundo SUV de la marca. A esta avanzada programación de estos atributos para un 4×4 arrollador, se suma la visión periférica de una cámara de 360 grados, de alta resolución y soberbio apoyo cuando no sabemos bien que ocurre en los límites del vehículo por pasadas estrechas e irregulares. Deja ver sus gráficas y enfoques a través de una inmensa pantalla de 10 pulgadas.
Cuando llegó la hora de sumergirla en agua y fondo de lodo, lo hicimos con la tranquilidad de saber que puede sortear estas aguas con una profundidad de hasta 60 centímetros. Su despeje al suelo de más de 21 centímetros, coronan de modo brillante su condición todoterreno y el propósito de fabricación: crear un vehículo indestructible.
Y como se trata de una Peugeot, el fabricante quiso también asegurarse de que el confort de marcha y suavidad fueran parte de la receta. Y lo consiguieron, ya que es sencillo olvidar que vamos en un trasporte de trabajo, pero que posee las características de un cómodo coche de pasajeros cuando llega la hora de vivirla bajo la óptica del ocio y del disfrute.
Peugeot, que tendrá un catálogo de cuatro versiones en el país, sostiene que Landtrek será “una nueva arma para conquistar nuevos mercados”.
El motor diésel de 1,9 litros entrega 150 hp y un torque de 350 Nm estando asociado a una transmisión mecánica de seis marchas en modalidades 4×2 y 4×4. Las dos versiones del motor gasolinero turbo de 2,4 litros erogan 210 hp y un torque de 320 Nm, con caja automática de seis relaciones y tracción 4×4.
Sus neumáticos son Goodyear Wrangler y su origen de fabricación es China, desde donde sale a los mercados mundiales enfocado en tres regiones: América del Norte, Latina y África.
El precio de lanzamiento de la Peugeot Landtrek comienza en 19.290.000 pesos chilenos (más IVA) y existe una paleta de seis colores, además de un atractivo pack de 25 accesorios para personalizar cada modelo. Su garantía es de tres años o 100.000 km.