Transmisión automática asistida por satélite, portaparaguas, cámaras con visión nocturna, refrigerador con fina platería y cristalería para que quienes son transportados acompañen el viaje con selecto champán… Podríamos estar un día enumerando las joyas y detalles que encontramos en el equipamiento del nuevo Rolls-Royce Ghost Series II que probamos todo un día por las calles de Santiago.
Manejarlo es vivir la experiencia de un motorazo V12 que entrega 571 caballos y un torque de 780 Nm que sale desde la 1.500 vueltas. Un avión, seguro. Los 4,9 segundos con que acelera de 0 a 100 km/h son alto mérito ya que la ultra elegante estructura pesa 2,5 toneladas.
Pero ir en el Ghost Series II es también experimentar el edén de la clase más alta de la industria del automóvil. Por hechura, por materiales, por posibilidades de conectividad, por todo. Hay 18 parlantes (dos en el techo) y la insonorización, por otro lado, es superior a la que haya logrado cualquier fabricante en la historia.
Esta pieza de la más fina artesanía automotriz de 5,4 metros de largo tiene un valor por encima de los 280 millones de pesos. Presentado en 2009, el fabricante inglés introdujo finas actualizaciones en la zona del capot, los faros, equipamiento y componentes mecánicos.
Entre su competencia se puede mencionar al Bentley Mulsane, Maserati Quattroporte, Mercedes-Benz Clase S, Audi A8, BMW Serie 7 y el Porsche Panamera.