Las consecuencias del cambio climático han azotado con fuerza al planeta, con episodios atmosféricos más intensos y extendidos en el tiempo. Variables como la temperatura, el viento o las precipitaciones hoy son más acentuadas y los vehículos también los sufren, sin la excepción de la moto.
Tal como ocurrió en el hemisferio norte, no sería de extrañar que el verano de 2023 implique olas de calor en la mitad austral del globo. En palabras del workshop manager de Indian Motorcycle Chile, Rodrigo Fano, hay ciertos aspectos de los que fijarse cuando el termómetro y la radiación ultravioleta (UV) se acrecientan.
Ante el calor, deben observarse los fluidos de la moto, sobre todo si se mantiene estacionada a la intemperie. “Un aceite inadecuado o degradado se licua en exceso al exponerse a altas temperaturas y podría perder, al menos en parte, sus propiedades lubricantes”, advierte.
Moto, sol y temperatura
La elección del refrigerante también es esencial, pues un producto que tenga un punto de ebullición similar al agua será ineficiente, señala el experto. “Hay motores cuya temperatura de trabajo alcanza los 100 grados, por lo que es fundamental fijarse en el porcentaje de glicol”, complementa. Por lo demás, apunta, semanalmente es preciso atender el nivel, sobre todo en el depósito de expansión, donde puede haber evaporación.
La prolongada exposición a los rayos solares también podría afectar las cubiertas de los neumáticos, que se queman y resquebrajan, con lo que pierden su capacidad de adherencia. En paralelo, el especialista de Indian Motorcycle Chile recuerda que la presión de inflado debe chequearse con las gomas en frío. Cualquier otra condición arrojará una “lectura errónea”.
Sobre la carrocería, sostiene que “siempre, independiente de la marca o el valor de la moto, el sol es dañino para micas, cueros y vinílicos, entre otros”.
Por ende, la sugerencia es cubrir el vehículo con una lona o un toldo que al menos proteja los focos (incluyendo intermitentes). También debe cubrir la goma de las empuñaduras y el material del asiento. Por lo general, puntualiza, la pintura resiste, pero la acumulación de factores externos también termina dejando sus huellas.
Tecnología y confort
Indian Motorcycle ha desarrollado tecnologías exclusivas para brindar confort a sus usuarios. Dos de ellas apuntan a la eficiencia y la seguridad tanto del piloto como del pasajero cuando el sol pega fuerte.
La primera de ellas es ClimaCommand, un revolucionario sistema que ofrece no solo calefacción, sino que también refrigeración en el asiento. La fórmula patentada tiene como elementos estructurales un módulo termoeléctrico, que evacua el calor, y un sistema de conductos encargado de enfriar la butaca, explica. “Además, tiene regulación independiente para el conductor y el pasajero”, añade Rodrigo Fano.
Según su opinión, “la gran novedad de ClimaCommand es la introducción del grafeno, un material que optimiza la distribución de la temperatura al calentarse o enfriarse según la necesidad del usuario. Esta tecnología es la más efectiva de la industria, que había basado todas sus innovaciones en el principio de la convección”, complementa.
La fórmula de la compañía produce una superficie fría al tacto, en lugar de simplemente conducir el aire fresco a través de perforaciones en la superficie del asiento. “Pese a todos los avances en la climatización de los asientos, no existe otra solución que elimine la incomodidad de conducir en días calurosos”, sostiene.
La segunda tecnología propia de la marca es la desactivación del cilindro trasero cada vez que la motocicleta se detiene. El sistema está disponible en modelos equipados con los motores Thunder Stroke 111 y Thunder Stroke 116, así como en la deportiva FTR 1200. Opera siempre y cuando el propulsor haya alcanzado su temperatura de trabajo y el termómetro ambiental marque más de 15 grados Celsius.
“La funcionalidad evita el calor excesivo en condiciones de tránsito lento y queda sin efecto apenas el conductor acelera nuevamente”, cierra.