A más de una hora de San Pedro de Atacama se encuentra una formación de escarpados roqueríos desérticos que profundas zanjas vertebran como boceteando un dibujo anatómico en 3D. Un escenario imposible para el 90 por ciento o más de los autos, pero un desafío sencillo para la capacidad de la robusta NP300 que Nissan ha estrenado recientemente en Chile y cuya salida al mercado representa una apuesta crucial en la planilla mundial del fabricante que a partir del 1 de enero de este año dirige la operación en nuestro país de modo directo y sin intermediarios.
Se trata de una pick up de bella arquitectura y poderosas capacidades para la esfera del trabajo pesado y el uso particular. Fue desarrollada y para las necesidades específicas de los clientes chilenos. Por lo tanto sus atributos están relacionados con su fortaleza para asegurar una mayor durabilidad y un desempeño más eficiente; su ser inteligente con tecnología al servicio de la fortaleza, conveniencia y confort.
Más de 25 ingenieros de distintos países manejaron más de 1 millón de kilómetros para probar y validar la confiabilidad de la Nissan NP300. Las pruebas de laboratorio y en pista se realizaron en Japón, Estados Unidos, Europa, Tailandia y México. Además, Nissan condujo cinco expediciones de prueba en la zona andina, incluyendo alturas extremas en las fronteras entre Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú.
Si bien la gama de una decena de opciones contempla un motor gasolinero 2.5 litros de 166 caballos (con opciones 4×2, 4×4 y cajas manual de seis relaciones y automática de siete marchas), durante la presentación en el norte Altorque condujo la versión diésel equipada con el nuevo motor 2.3 cuyas bondades ya habíamos corroborado el año pasado durante la presentación mundial en Tailandia y este año, en marzo, en el estreno regional en San Miguel de Allende en México.
Con transmisión manual y mecánica, este propulsor de 158 HP es capaz de alcanzar un torque portentoso de 403 Nm disponible entre 1.500 y 2.500 giros. Gracias a su mayor altura libre del suelo (22 cm) y el mejoramiento de sus ángulos de entrada y salida, la NP300 resultó una máquina que nada detuvo. La altura tampoco es un obstáculo, ya que el fabricante japonés se jugó por setear su motor a 5 mil metros de altura y respaldar cualquier uso extremo en las faenas.
La suspensión trasera Multilink representa toda una innovación para este tipo de vehículos y son los pasajeros quienes gozan y viven una cabina como si se tratase de un auto. Y esa opinión la mantuvimos incluso cuando cruzamos el escarpado roquerío de zanjas imposibles a una hora de San Pedro de Atacama.
De hecho del diseño del habitáculo, aseguran en Nissna, la NP300 no tiene precedentes. “El nuevo concepto interior responde a la diversidad de clientes que – además de funcionalidad – hoy día demandan estilo, conveniencia y tecnología a su servicio. La funcionalidad de la cabina fue uno de los puntos más importantes del rediseño. Los componentes interiores se redistribuyeron para incrementar el confort del conductor y el espacio interior. Los asientos traseros se rediseñaron para dar aún más espacio para las piernas y sobre la cabeza”.
Nissan NP300 cuenta con un tablero de instrumentos finamente diseñado y un volante suave al tacto, además de acabados tipo aluminio en el panel central. Además, los asientos muestran finas costuras que complementan el diseño interior. En las versiones totalmente equipadas, la Nissan NP300 ofrece una pantalla de 5 pulgadas, cámaras de reversa, llave inteligente con botón de encendido, centro de control de audio en el volante y aire acondicionado dual, entre otros.
Los precios parten en $11.290.000 hasta los $21.290.000 más IVA.