Escasez de agua, apropiación de tierras indígenas y destrucción de ecosistemas son algunos de los posibles efectos secundarios de la adopción de los autos eléctricos. Así lo estableció una investigación del Proyecto Clima y Comunidad y la Universidad de California en Davis, que divulgó el periódico británico The Guardian.
Según la versión, el adiós a los motores a combustión en países como Estados Unidos “amenaza con causar estragos en el medio ambiente”. Uno de los problemas es que, para 2050, la industria demandaría “enormes cantidades de litio para sus baterías, lo que provocaría una perjudicial expansión de la minería”.
El estudio señaló que las desigualdades medioambientales y sociales vinculadas a la minería podrían agravarse hacia mediados del siglo. Los efectos secundarios de los autos podrían aminorarse solo si la dependencia “disminuya drásticamente”.
Para The Guardian, la demanda mundial de litio se multiplicaría por más de 40 de aquí a 2040. Al mismo tiempo, la preocupación por los impactos socioambientales crece y la geopolítica en torno al suministro se hace “cada vez más tensa”.
Autos eléctricos también tendrían efectos secundarios
Todo apunta a que Estados Unidos conseguirá un transporte libre de emisiones para en 2050, de acuerdo con el estudio. Sin embargo, los autos eléctricos estarían lejos de ser la panacea por los eventuales efectos secundarios. Quién se beneficie y quién sufra la transición “dependerá del número y el tamaño de esos vehículos”.
La profesora asociada de Ciencias Políticas del Providence College y autora principal del informe, Thea Riofrancos, planteó un cambio de paradigma. “La transición energética puede aprovecharse como una oportunidad para repensar nuestras ciudades y el sector del transporte para que sea más justo desde el punto de vista medioambiental y social”, enfatizó.
El escenario positivo pasa por acciones como el reciclaje de las baterías, que reduciría en más de 90% la cantidad de litio adicional necesaria. Otra idea es invertir en transporte público para reducir la demanda entre 18% y 66%. También está sobre la mesa limitar el tamaño de las baterías, para bajar hasta en 42% los pedidos.
Según el ejemplo de Riofrancos, un bus necesita una batería de 44 kilos, es decir, 0,52 kilos de litio por usuario. En el caso opuesto, un GMC Hummer EV requiere de una fuente de poder de 24 kilos, o sea, 4,8 kilos por persona.