El presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM), Cristian Reitze, llamó a las autoridades a suprimir la restricción para los vehículos de dos ruedas, que debutó a principios de mayo y se extenderá hasta fines de agosto, debido a las implicancias técnicas y prácticas que implica.
“La restricción vehicular para la moto es inútil, puesto que casi no contaminan. Los niveles de ruido y emisiones y el polvo en suspensión de las motos son insignificantes, prueba de lo cual quedaron exentas del Impuesto Verde”, ejemplificó el también gerente de Asuntos Corporativos de Honda en Chile.
El ejecutivo recordó que “si bien es cierto que las unidades anteriores a 2002 carecen de un sistema para el control de emisiones, representan un porcentaje ínfimo, no mayor al 20% del parque. Además, las registradas desde el 1 de septiembre en adelante no tienen privación alguna”.
Reitze también argumentó que el control es casi imposible. “¿Cómo se controla un vehículo que solo tiene una placa patente en la parte trasera? Para un carabinero, es imposible. La única manera de hacerlo es por video o fotografía. Por ende, la fiscalización es ineficiente”, sentenció.
“No es muy razonable mantener esta medida, por lo que esperamos que la autoridad reflexione. Así se lo plantearemos al Ministerio del Medio Ambiente”, agregó el máximo representante gremial, indicando que confía en que la restricción quede sin efecto a partir del año próximo.
ANIM certificó un crecimiento del mercado de 10,1% entre enero y abril pasado, en línea con la recuperación esperada para este año, cifrada en 50 mil unidades importadas, alrededor de 6%. De esa manera, podrían revertirse cuatro temporadas a la baja, desde las 73.277 de 2013 hasta las 47.235 de 2017.
“Entre otros factores que explican esta caída acumulada cercana a 30%, estuvieron la coyuntura económica, la salida de las motocicletas de las multitiendas y el limitado acceso al financiamiento”, explicó el vicepresidente del organismo, Sergio Baracatt.
Para el ejecutivo de Derco Motos, que comercializa Suzuki, Royal Enfield, Kymco y Zongshen, “esta situación le pegó especialmente a las clases media y baja, puesto que el sector que se debilitó fue el de ‘Transporte’, de cilindrada de hasta 300 cc, el cual refleja 69% del mercado”.
Según detalló, el segmento “Recreación”, compuesto por máquinas por sobre los 300 cc, ATV/UTV y motocicletas de competición, más que duplicó su participación, hasta el 31% actual. Y lo más relevante: representó dos tercios de lo facturado por la industria en 2017, es decir, US$ 93 millones de un total de US$ 142 millones.