Autobuses urbanos, destinados al mercado local y al regional, producirá en Argentina el mayor fabricante de vehículos del mundo, la china BYD, a través de su filial CTS Auto.
Así se desprende de la autorización del gobierno argentino a la firma para “operar como empresa terminal” de la industria automotriz, la cual deberá verificarse con anterioridad al 1 de enero de 2019.
Según el decreto publicado en el Boletín Oficial, la casa asiática “deberá dar comienzo a la ejecución de las obras destinadas a la construcción de la planta industrial en un plazo no mayor de 180 días corridos”.
“Todavía no está definida la localización final de la planta, pero se comenzará a construir en el plazo establecido y se invertirán US$ 100 millones”, aseguró Isaac Attie, vocero de CTS Auto.
En primera instancia, la fábrica debería de emplear unas 300 personas para producir 300 unidades, cifras que se duplicarían al cuarto año de operaciones, agregó el representante.
Attie puntualizó que de la planta saldrán “autobuses urbanos, de 12 metros de largo, 100% eléctricos, a baterías, con una autonomía en el orden de los 300 kilómetros (…) equipos económicos, que tienen un valor de venta superior a las unidades convencionales a un costo operativo 75% inferior”.
El vocero de BYD explicó que “dada la autonomía que tienen, al ser de uso urbano, se pueden cargar de noche, cuando la red tiene sobreoferta, y no se genera una demanda al servicio en los momentos críticos”.
El anuncio se suma al de Dongfeng, que invertirá US$ 300 millones en la implementación de la primera fábrica de vehículos eléctricos construida en Argentina.
Dicho monto implica la inversión inicial para los primeros dos años de actividad de la planta, que creará 500 puestos de trabajo directo y 2.000 empleos indirectos.
Según la agencia pública Télam, las instalaciones de Dongfeng se emplezarán en la localidad de José C. Paz, en el noroeste del Gran Buenos Aires, gracias al acuerdo entre la segunda fabricante de colectivos eléctricos del país oriental y el municipio local.