Por José Tomás Larraín, Product Manager de Transportes de Dercomaq
En el Día Mundial de la Tierra, debemos focalizar nuestros esfuerzos en masificar una tendencia que ha tomado cada vez más fuerza entre el ecosistema público y privado en los últimos años, la electromovilidad. Ello, principalmente por la mayor conciencia frente al cambio climático, un aumento de los puntos de recarga a lo largo del país y una oferta más variada de vehículos eléctricos en el mercado nacional, sumado a la fuerte alza en los combustibles.
La presencia de vehículos eléctricos va en alza y estamos convencidos que llegaron para quedarse. En ese sentido estamos optimistas respecto a este 2022 ya que tanto los consumidores como el mercado están madurando positivamente y atreviéndose a dar el salto.
Uno de los desafíos clave es avanzar en ampliar las redes de carga, ejemplo de esto es que cada vez es más común encontrar puntos para ello en proyectos inmobiliarios, parques industriales, carreteras y otros lugares de acceso público. Paulatinamente vamos a ver más cargadores e infraestructura a lo largo de Chile, algo que permitirá más viajes interregionales. Sería interesante ver mayores incentivos por parte del gobierno para que más personas y empresas puedan acceder a esta tecnología siguiendo ejemplos de otros países líderes en la materia.
Es fundamental que todos tomemos conciencia del aporte que podemos hacer para no afectar negativamente al planeta, buscando nuevas tecnologías y energías renovables que, por un lado sean un factor que aporten a la mayor rentabilidad de los clientes, pero que también no se conviertan en un elemento de mayor contaminación o agreguen desechos al medio ambiente. Tenemos la responsabilidad social de aportar desde una visión de economía circular para generar un ecosistema sostenible en el tiempo.
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