El interior de los autos contienen más bacterias que un baño o cocina de una casa. Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Birmingham encontró 100 cepas diferentes de bacterias peligrosas, incluyendo escherichia coli y salmonella en un centímetro cuadrado de los asientos de decenas de vehículos y en 20 sillas para niños, cuya utilización es hoy obligatoria en los automóviles que transportan a menores de nueve años.
Estas bacterias alojadas en los automóviles pueden provocar enfermedades infecciosas y sumamente contagiosas. Este estudio también reveló que casi la mitad de los conductores regularmente manejan en vehículos sucios, que además de incrementar la insalubridad puede generar un accidente.
Solo uno de cada cinco automovilistas tiene ordenado el interior de su auto, la gran mayoría sólo lo limpia una vez al año y, por lo general, luego de una visita al taller. Cajas, pañuelos usados, papeles, periódicos y restos de comida constituyen la mayor parte de la basura esparcida alrededor de nuestros vehículos.
Por este motivo, los expertos recomiendan realizar una vez al mes limpiezas físicas profundas de los automóviles, aspirar sillas y butacas utilizados por niños, purificar el aire de los habitáculos, así como revisar el filtro de polen y cambiarlo cuando el servicio técnico así lo indique, mediante la utilización de tecnologías limpias y altamente eficientes, como Airlife.
Este sistema purifica e higieniza el interior y ductos de los vehículos, destruyendo los microrganismos y olores de origen orgánico. De esta manera, reduce hasta en 99% las diferentes colonias de gérmenes patógenos, sin necesidad de usar elementos químicos y sin dejar residuos.
“Es ideal que las sillas y butacas usadas por niños se encuentren aspiradas o libres de polvo grueso o material particulado, de manera de optimizar la aplicación del sistema y potenciar la eliminación de contaminantes microbiológicos”, explica René Barril, ingeniero civil bioquímico y gerente técnico corporativo de Airlife.
Adicionalmente, el experto sugiere controlar la temperatura interior de manera que no existan grandes fluctuaciones al salir del vehículo, especialmente en el caso de los automóviles donde se transportan niños, ya que éstos están entre la población más expuesta a sufrir enfermedades infecciosas.