En un estreno para toda Sudamérica, fue presentado en Chile el Ferrari Purosangue. Hablamos del primer SUV de la marca del cavallino rampante, una preciosa máquina de cuatro puertas que conserva todo el esplendor superdeportivo de la firma.
Aunque los más puristas dirán que no es un SUV sino un FUV (por Ferrari Utility Vehicle) como le denominaron los de Maranello a este vehículo único que abre de par en par (como un libro) sus cuatro puertas. Así acoge a cuatro ocupantes en cuatro butacas independientes.
Hablamos de un selecto espécimen producido luego de cuatro años de desarrollo y que equipa un motor delantero aspirado V12 de 6.496 cc.
Con ese pedazo de propulsor, el Ferrari Purosangue alcanza los 310 km/h y pasa de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos. ¡Y de 0 a 200 km/h en 10,6 segundos! Una verdadera saeta de la casa italiana con una caja de 8 velocidades y doble embrague. Esta transmisión automática, compartida con modelos como el SF90 Stradale y el 296 GTB, cuenta con una función de avance por inercia.
Ferrari Purosangue: belleza funcional
No por ser un SUV (o un FUV) deja de ser un Ferrari. Conserva las señas características de sus hermanos, pero incorpora interesantes señales. Un ejemplo se aprecia en la zona frontal y en unos espacios que aparentan ser focos. Pero, no, son en verdad canales de ingreso de aire creados para refrigerar su enorme mecánica.
Asimismo, el capó presenta dos entradas de aire situadas antes del parabrisas. Estas canalizan el flujo hacia las salidas ubicadas en los pilares delanteros. Esta innovación, conocida como “aeropuente” por Ferrari, tiene como objetivo minimizar la resistencia aerodinámica.
Además, los arcos de los pasos de rueda cuentan con aberturas para la evacuación del aire.
En busca de alcanzar un rendimiento excepcional, el Ferrari Purosangue adopta una disposición deportiva. Posiciona el motor en la parte delantera y la transmisión en la trasera. Adicionalmente, la unidad de transferencia de potencia se encuentra estratégicamente acoplada al frente del motor, brindando así una transmisión 4×4 sin parangón.
Esta ingeniosa solución logra una distribución de peso del 49:51, un equilibrio óptimo considerando la ubicación central del motor y los impresionantes metros de longitud de la carrocería.
Ahora, al subirse al Purosangue notamos la simetría entre el asiento del conductor y el del acompañante. Ambos incluyen una pantalla de 10,2 pulgadas. El sonido corre por cuenta de la prestigiosa empresa Burmester que dispuso 21 altavoces estratégicamente ubicados para brindar fidelidad de audio a los ocupantes. El sistema multimedia del vehículo es plenamente compatible con Android Auto y Apple Carplay, asegurando una experiencia de conectividad sin igual.
En cuanto al techo, se ofrece la alternativa de elegir entre una construcción de fibra de carbono o una versión de cristal electrocrómico. Este permite la modulación de su transparencia según las preferencias del usuario.
Tecnología para la superdeportividad
El vehículo está equipado con llantas de 22 pulgadas en el eje delantero y 23 pulgadas en el trasero. Destaca la diferencia en la anchura de los neumáticos, con medidas de 255/35 R22 para las delanteras y 315/30 R23 para las traseras, evidenciando un diseño que busca maximizar el rendimiento y la tracción en cada rueda.
Además, Ferrari ha dotado al Purosangue con las últimas innovaciones en sistemas de control dinámico del vehículo, provenientes de sus superautos más potentes y exclusivos. Esto incluye una dirección independiente en las cuatro ruedas y un sistema altamente eficaz para gestionar el balanceo de la carrocería en las curvas y el contacto de los neumáticos. Esto se traduce en un rendimiento y una respuesta de conducción superiores.
Y qué decir del maletero, el más espacioso jamás visto en un Ferrari con 473 litros. Los asientos traseros plegables aumentan significativamente la capacidad de carga.
El Ferrari Purosangue marca un hito al ser el primer modelo de la marca en incorporar un sistema de control de velocidad en descenso. Sin embargo, su utilidad en superficies asfaltadas es limitada, siendo más relevante en condiciones de baja adherencia.
Este Ferrari Purosangue marca un hito en el diseño automotriz, fusionando a la perfección innovación, rendimiento y practicidad.
¿El precio de esta maravilla? Alrededor de US$ 450.000, un poco más de 405 millones de pesos chilenos. En el país ya se han vendido dos.