Agosto es mirado con respeto por quienes peinan canas. Popularmente, se instaló la idea de que el mes más frío era una prueba de fuego para continuar en pie. El argumento recae en que entre mayo y julio, producto de los radicales cambios de temperatura, aparecen gripes que no pueden ser controladas en el octavo mes. Precisamente, este daño -que a veces es imperceptible- podría llegar a ser irremediable en el ciclo de vida de tu automóvil.
En Chile, el parque automotor considera 4.751.130 unidades según las últimas cifras actualizadas por el Registro Civil. En la Región Metropolitana, hay 1.906.209 (40% del total), seguida por la de Valparaíso (494.732) y la del Biobío (512.107). Es decir, el grueso de los vehículos se encuentra en zonas expuestas a bajas temperaturas. Entonces, ¿cómo preparar el vehículo usado para enfrentar esta condición?
Según comenta, Rodrigo Brito, asesor del área Mecánica de Inacap, “al momento de enfrentar condiciones climáticas adversas y sobre todo bajas temperaturas, los vehículos requieren de algunos cuidados y preparaciones adicionales, principalmente en lo que respecta al arranque en frío”.
En este sentido, Martín Sepúlveda, jefe de marketing de Total Chile, recalca la importancia del lubricante para cuidar el motor del vehículo en momentos en que la temperatura es muy baja y donde los fluidos se puedan ver afectados.
“Lo primero es tomar en cuenta las especificaciones técnicas definidas por el fabricante. En el caso de las bajas temperaturas, recomendamos usar el 5W30 INEO MC3, que destaca por su tecnología que permite un funcionamiento hasta -25 ºC bajo 0. Además, cuenta con homologaciones y recomendaciones de las principales marcas automotrices presentes en Chile”, recalca.
Consejos para capear el invierno
1. Chequear el estado del acumulador de energía (batería): Para asegurar el correcto funcionamiento y el arranque en frío, la batería no debe presentar sulfatación. Además, los terminales deberán estar fijos y correctamente apretados a los bornes de la misma, con el fin de asegurar la correcta conductividad. Otro punto importante a considerar, su buen desempeño, es verificar el nivel de electrolitos. Esto es posible sólo en aquellas baterías convencionales; sin embargo, para aquellas que son libre de mantenimiento, estas poseen un indicador el que señala -según color- su estado general. Además, es recomendable hacer un chequeo eléctrico a la batería, con un equipamiento específico, que nos indicará el estado general real y vida del acumulador de energía.
2. Chequear el refrigerante / anticongelante: Para el trabajo en condiciones de baja temperatura, se debe revisar y preparar el sistema de refrigeración del motor. El fluido utilizado y correctamente seleccionado tiene la capacidad de mantener refrigerado el motor -soportando puntos de ebullición de aproximadamente 160°C- y de evitar que el líquido refrigerante se congele a bajas temperaturas. Esto gracias a las propiedades anticongelantes que posee, las que pueden llegar a soportar hasta los -37°C.
3. Chequear el aceite lubricante: Las bajas temperaturas afectan la viscosidad de los fluidos. Por tanto, es importante que el aceite lubricante del motor contenga los aditivos suficientes, que le permitan mantener su comportamiento y propiedades en rangos más amplios de temperatura. Esto garantiza el arranque en frío, evitando el desgaste prematuro del motor.
4. Chequear los sistemas complementarios y de confort: Además de lo anterior, es necesario chequear y mantener en buenas condiciones de operación el sistema de calefacción y climatización, que incluye el defroster. Es importante considerar que los sistemas de climatización utilizan el aire acondicionado para desempañar los vidrios.