Como Elva bautizó McLaren su primer modelo con cabina abierta, al que calificó como el más radical y ligero de la gama Ultimate Series.
Con esta unidad, la marca británica retoma una nomenclatura que honra los célebres M1A diseñados por Bruce McLaren en la década de 1960.
“McLaren continúa ampliando los límites del desarrollo de superdeportivos e hiperdeportivos en busca de experiencias de conducción sobresalientes e incomparables y el Elva personifica ese espíritu pionero”, enfatizó el CEO de la casa europea, Mike Flewitt.
De acuerdo con el ejecutivo, el modelo representa “el verdadero espíritu de los autos superligeros y de motor central con los más altos niveles de rendimiento y excelencia dinámica”.
Aunque hereda el diseño deportivo característico de la firma, destaca por un inusual cambio, ya que no cuenta con techo ni parabrisas.
El ejemplar está equipado con la inédita tecnología Active Air Management System (AAMS), que protege a los ocupantes manipulando el flujo de aire.
“Este sistema reconduce el aire del frontal por la salida del capó, creando una suerte de cúpula y evitando que el viento moleste a sus ocupantes. Sin embargo, también ofrecerá de manera opcional un parabrisas fijo”, complementó el fabricante.
Además, es la unidad más liviana de la historia de McLaren, gracias a sus partes fabricadas en fibra de carbono, entre ellas el chasis y asientos, y sus frenos de carbono-cerámica.
El automóvil es impulsado por un motor V8 biturbo de 4.0 litros, que entrega 804 hp y un torque de 800 Nm, combinado con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas.
Con dicha configuración, pasar de cero a 100 km/h en menos de tres segundos y alcanza los 200 km/h desde cero en 6,7 segundos, con lo cual supera la marca del Senna.
McLaren solo fabricará 399 unidades del Elva y su entrega comenzará a fines de 2020.
