Con el test drive al Mercedes-Benz EQS 2023, surgieron múltiples reflexiones, respuestas y también preguntas. La primera es: ¿qué debe tener un auto para que nos demos cuenta de que viene del futuro?
De buenas a primeras, yo diría que debería tener una aerodinámica de lujo, de esas que separan el aire con la delicadeza y suavidad de un avión de combate. También debería tener un interior con unas butacas espaciales hipercómodas y estar lleno de pantallas por todos lados. Sí, muchas pantallas. Grandes, chicas, medianas. Pero, pantallas…
También debería ser un auto eléctrico. Obvio. Si viene del futuro, de más allá de 2035, el año en el que muchos mercados, incluyendo Chile, prohibirán la venta de automóviles a combustión.
Y también debería tener, por lo menos, un nivel de autonomía de nivel 2. Así que después del test drive al Mercedes-Benz EQS 2023, la conclusión solo puede ser una: viene del futuro. Porque tiene todo lo que se supone que un auto del porvenir debe traer.
Veamos: la aerodinámica indica que tiene un Cx 0,20, que hasta hace pocas semanas era la mejor del mundo para un automóvil, eso hasta que el eléctrico Aion Hyper GT lo superó con un Cx 0,19. Por comparación, un avión de combate F-15 tiene un Cx 0,15, así que claramente este MB perfora el aire con delicadeza y suavidad.
Incluso la máscara, completamente lisa ya que no es necesaria una parrilla para el radiador, tiene éxito en ocultar los radares y los otros sensores de la seguridad avanzada. O sea, el test drive al Mercedes-Benz EQS 2023 nos regaló discreción y buena estética.
Atributos espaciales y aerodinámicos
Además, es un auto bien grande. Mide algo más de 5,2 metros de largo, por encima de un Clase S. Con una altura de solo 1,51 metros, luce muy deportivo y eso explica en parte su excelente aerodinámica. También ayudan unas llantas de 20 pulgadas con deflectores de aire para, ya saben, aerodinámica…
Y por dentro. Claro que están las butacas espaciales. Y son espaciales tanto por su diseño como porque las plazas traseras ofrecen todo el espacio del mundo. Es que este auto tiene una distancia entre ejes de 3,21 metros. Así que nadie podrá quejarse de que viajará incómodo.
Y hablando de espacio, esta carrocería fastback del Mercedes-Benz EQS 2023 objeto de este test drive permite una bóveda de maletas de 610 litros de capacidad. Catedralicia.
Las pantallas. ¿Qué decíamos de las pantallas? Que debería tenerlas por todos lados. Y justo. El módulo de instrumentos: pantalla digital configurable. Infoentretenimiento: enorme pantalla táctil. Hasta el copiloto tiene pantalla propia, desde donde se puede manejar lo mismo que desde la central, incluyendo los distintos programas de masajes de los asientos.
La marca alemana dice que este despliegue se llama Hyperscreen, que tiene 55 pulgadas y que ocupa todo el ancho del panel frontal. Naaa… Son pantallas separadas, pero espectaculares. El mapa de navegación de la central, que en sí misma tiene 12,8 pulgadas, es tan impresionante que ni siquiera me importó que no pudiera activar el Android Auto. ¿Por qué pasó eso? No sé y no me interesa.
Este auto eléctrico tiene head-up display, uno de los mejores y más nítidos que me ha tocado usar. Además, un tablet —literalmente— encastrado en el apoyabrazos central trasero para deleite de los pasajeros de atrás.
Test drive al eléctrico Mercedes-Benz EQS 2023
En fin, como buen auto del futuro, tiene un nivel de autonomía de nivel 2. Esto significa que, si va por la carretera, basta mantener las manos en el volante para que el auto se mantenga en la pista y a distancia prudente de los vehículos precedentes.
Ahora ¿cómo anda? Bueno, silenciosamente, sin duda. No solo porque es eléctrico —tiene 333 caballos de fuerza y 565 Nm—, sin porque el trabajo de insonorización es muy, muy bueno. Eso permite escuchar el sistema de sonido Burmeister en todo su espectro, y da gusto.
Comprobé en este test drive que el Mercedes-Benz EQS 2023 acelera razonablemente bien, incluso en su modo de manejo normal. Y consume solo 16,3 kWh cada 100 km, lo que significa que se puede recorrer fácilmente más de 700 km con la batería completa. Este ejemplar estaba completo al 80% y tras usarlo por tres días todavía me quedan más de 450 km de autonomía. Por cierto, si se conecta a un wallbox de 22 kW, se recarga en cinco horas.
Y ahora, unos apuntes finales. Primero: el control crucero adaptativo es excelente. Opera muy sutilmente, primero dejando de acelerar y luego frenando (ojo el pedal de freno se hunde solo cuando opera el sistema). Nada de brusquedades como en otros de este tipo. Segundo: a pesar de mis esfuerzos, lo único malo que le encontré es el precio. 185 mil dólares. Me pregunto si aceptarán mi auto en parte de pago.