Un Chevrolet Corvette ZR1 2025, catalogado como el auto más rápido de EEUU, fue adquirido por 3,7 millones de dólares. Es la primera versión de producción del modelo deportivo y su propietario es Rick Hendrick, adjudicada en la subasta Barrett-Jackson Scottsdale en Arizona.
Es un ejemplar en color negro con franjas de carreras azules y un enorme alerón trasero, informó Detroit Free Press. Este último accesorio es clave en la aerodinámica y la estabilidad, en caso de que el vehículo alcance la velocidad máxima de 375 km/h.
Hendrick no es ningún novato en el mundo automotriz. El empresario estadounidense es el fundador de Hendrick Automotive Group, que ostenta más de 100 concesionarios. Además, es dueño del equipo Hendrick Motorsports de la Nascar y copropietario de JR Motorsports.
Los 3,7 millones de dólares pagados por el auto más rápido de EEUU fueron a las arcas de la Cruz Roja Americana. La institución concentrará su ayuda en los damnificados por los huracanes Helene y Milton en Carolina del Norte) y los incendios forestales en California.
Rick Hendrick se queda con el auto más rápido de EEUU
El único vehículo que alcanzó esa cifra fue el primer Corvette Z06 70th Anniversary Edition 2023. Y fue el propio Hendrick quien compró ese auto en 2022. “Otro donante aportó 100.000 dólares para apoyar a la organización benéfica durante esa subasta, lo que elevó la donación total de la venta a 3,7 millones de dólares”, recordó el mismo medio.
Este Chevrolet Corvette ZR1 2025, que es el auto más rápido de EEUU, es solo uno de los más de 150 modelos que suma el empresario. Los ejemplares están el Heritage Center, un garaje de 5.400 metros cuadrados ubicado en Concord, Carolina del Norte.
20 de los Corvette que guarda el hombre de negocios ostentan el número de bastidor 001 y todos ellos son negros, su color favorito. El portavoz de Hendrick, David Harris, dijo que esperan que salga de la línea de montaje de la planta de ensamblaje de GM en Bowling Green, Kentucky, a mediados de 2025.
Según declaró Hendrick a Detroit Free Press, las obras de caridad se han convertido en “una pasión” tanto como su amor por los Corvette.
