En un intento por incentivar a las marcas para participar en el Campeonato Mundial de Rally (WRC), la FIA estableció durante la primera mitad de los 80 una serie de normativas técnicas que dieron lugar al inolvidable Grupo B.
Audi, Lancia, Peugeot y Renault fueron algunos de los fabricantes que respondieron al llamado y desarrollaron los vehículos más extremos que recuerden los fanáticos.
Equipados con motores turboalimentados de entre 1.500 y 2.200 cc, eran autos en su mayoría con tracción integral que apenas rondaban la tonelada de peso y desarrollaban potencias de hasta 500 caballos, lo cual los terminó haciendo célebremente peligrosos.
Los accidentes mortales que involucraron a tripulantes y espectadores hicieron que las autoridades terminaran prohibiéndolos al fin de 1986.
Buenos episodios de aquella época dorada será la que se ponga a la venta en París, con la subasta de siete vehículos del Grupo B en el marco de Retromobile 2021.
Según informó Autoblog, uno de ellos es el Peugeot 205 Turbo 16 de 1985 conducido por el campeón mundial Timo Salonen en el Rally de Suecia 1986.
Se trata de “uno de los 20 modelos Evo II que ayudaron a la compañía a lograr dos campeonatos en la corta carrera del Grupo B”, informó el medio. La unidad fue posteriormente pilotada por Bruno Saby en el Tour de Corse de 1986, además del Rally Acrópolis 1986.
El catálogo incluye un par de Lancia con los icónicos colores de Martini. “El 037 ayudó a Bel Paese a conseguir su única victoria en el Grupo B en 1983, tras una reñida rivalidad con Audi. Es uno de los pocos autos del Grupo B que no eran AWD, logrando su éxito a la antigua, a través de ligereza y excelente manejo”, añadió Autoblog.
La colección incluye un Ford RS200, Renault 5 Maxi Turbo y MG Metro 6R4, pero la gran atracción es un Audi Quattro Sport S1.
“La última máquina del Grupo B introdujo la tracción total y la turboalimentación en el deporte. También empleó el uso más salvaje de alas y presas de aire para generar carga aerodinámica. Ajustable hasta 590 caballos de fuerza, podría dispararse a 60 mph (97 km/h) en aproximadamente tres segundos”, recordó el artículo.
La colección forma parte del Museo Manoir de l’Automobile en Loheac, creado por Michel Hommell.