La primera prueba de choque monitoreada con rayos X con un automóvil real de la historia efectuó Mercedes-Benz. La iniciativa marcó “un hito en la industria automotriz gracias a una innovadora metodología que promete redefinir radicalmente los estándares de seguridad”, según la marca.
Con el objetivo de simular la intensidad de una colisión lateral, un dispositivo equipado con una barrera de seguridad impactó a 60 km/h un Mercedes-Benz Clase C. El golpe fue dirigido al costado izquierdo, directamente contra un maniquí SID II con anatomía femenina especialmente diseñado para la prueba.
“Los rayos X atravesaron la carrocería y los maniquíes desde arriba, revelando detalles antes invisibles”, informó el fabricante alemán. La tecnología pudo capturar hasta 1.000 imágenes por segundo (aproximadamente 1.000 veces más que con los procedimientos convencionales).
El preciso análisis de la prueba de choque con rayos X
Los rayos X aplicados a la prueba de choque permitieron “un análisis preciso de la dinámica interna durante una colisión”, añadió. El ensayo contó con la participación también del Instituto Fraunhofer de Dinámica de Alta Velocidad y el Instituto Ernst Mach (EMI) de Friburgo.
En la previa, complementó la marca, los expertos elaboraron un concepto integral de protección radiológica para el accidente de rayos X. “Las medidas de protección física incluyeron un muro de hormigón adicional de 40 cm alrededor del edificio y una puerta de protección de 45 toneladas”, detalló.
Actualmente, Mercedes-Benz realiza cada año hasta 900 pruebas de choque. También reporta cerca de 1.700 pruebas complementarias en el Centro Tecnológico de Seguridad de Vehículos de Sindelfingen.
Según la firma, “ser protagonista en la vanguardia de la industria automotriz, la seguridad vehicular y de su entorno continúa siendo un pilar fundamental”. Al mismo tiempo, refrendó su “constante empeño por otorgar protección y confianza a sus clientes”.
Su compromiso con la seguridad comienza en 1959, afirmó, cuando desarrolló la primera prueba de choque en un terreno abierto cerca de la planta de Sindelfingen. “En esa ocasión, un vehículo colisionó contra un obstáculo sólido, marcando un hito que dio el inicio a lo que años después se conocería como una filosofía de marca”, recordó.