Quienes anduvieron desde niños en bicicleta saben bien cuál es el resultado de bloquear la rueda delantera. El temor a salir eyectado del vehículo se mantiene con los años y se traspasa a la conducción de motocicletas, según plantea Francisco Verdugo, director de la Academia Mototrack (AMT), que contabiliza alrededor de 1.500 alumnos en poco menos de una década.
“La principal falencia de los motociclistas es que no saben frenar sus motos por el miedo aprendido sobre la bicicleta, por haberlo hecho con el freno de adelante. Aprender a hacerlo correctamente es uno de los aprendizajes que los alumnos más reconocen tras asistir a las clases. Otra complicación es haber aprendido del amigo, el familiar o el vecino que sabía un poco más, es decir, estamos ante un motociclista muy propenso a heredar los errores de otros”, comenta quien se ha desempeñado como instructor para las marcas Bajaj y Honda.
Detener un vehículo ligero y a la vez potente no es sencillo y depende de varios factores. Hay un asunto postural, pues el piloto debe intentar ubicarse lo más atrás posible, para que el centro de masa retroceda y así aminorar el riesgo de que la parte posterior de la moto se levante. “Los pies siempre deben ir en puntillas sobre los pedalines, para evitar lesiones, no generar un tercer punto de apoyo ni tampoco bloquear el eje trasero (si es que no cuenta con ABS), lo cual desestabiliza el vehículo”, aconseja.
Según Verdugo, es crucial mantener la ingle alejada del estanque y apretar las piernas contra la carrocería, haciendo fuerza con la espalda al frenar y no con los brazos, que deben estar siempre flectados, pues las extremidades tensas pueden terminar sobrecargando la suspensión delantera y originar un accidente.
Con sesiones mensuales para alrededor de 20 alumnos en el kartódromo de Siete Puentes en Rancagua, la AMT debutará este domingo 16 de diciembre en la Región de Valparaíso, específicamente en la pista de karting de Ritoque, ubicada en la comuna de Concón.
Según su director, la escuela está abierta para todos quienes posean licencia clase C y sientan que tengan debilidades, independiente de la cilindrada y el estilo del vehículo. Además de la inscripción, es preciso presentarse con la motocicleta en buen estado y los implementos reglamentarios para su conducción, es decir, casco, guantes, chaqueta y pantalones con protecciones y calzado adecuado.
Una vez en el circuito, los alumnos son divididos en hasta tres grupos, dependiendo de las habilidades de cada uno. El primer nivel aborda temas como el contramanillar, el frenado emergencia y postura básica “racing”, mientras que el segundo trata el frenado con golpe de gas, técnicas para llevar la moto enganchada y adelantamiento. Los más avanzados pueden pulir su postura y realizar ejercicios de carrera.
Más informaciones, en el fanpage de AMT Chile en Facebook